primero: la mañana del 24 de diciembre; solo había dormido 4 horas esa noche, mamá me había dicho que ya me levantara, eran las 8 am, mi mamá y mi tía Mague (su hermana) una noche antes habían armado 20 bolsas de despensas para repartir a las personas necesitadas; se está volviendo tradición esto de seleccionar casas, tocar la puerta y dar regalos, hay muchas personas que no tienen nada, tengo muchos conocidos que hacen lo mismo, enserio merecen un aplauso, por que es un acto de generosidad, bondad y amor por él otro, cosa que a veces olvidamos tener, por que la vida nos regala mucho, también debemos regresarle algo no creen?, aunque sea poquito. En fin pues ellas hicieron todo eso, y me invitaron a ir, dije que si, esa mañana ellas dos se arreglaron o más bien se desarreglaron, se pusieron tennis bastante usados que ni sabía que tenían, pans, y ropa muy desarreglada, me dijeron que no me arreglara nada, me puse lo primero que encontré, jeans, una blusa térmica color gris, un suéter encima que me quedaba enorme y unos botines medio despintados, y nos fuimos, mi tía manejó como por media hora por las afueras de la ciudad, Victoria como saben no es muy grande, ir por las afueras y manejar media hora es ya estar un poco lejos, no tenia idea a donde me llevaban, ya había ido antes a hacer cosas como éstas pero a ese lugar nunca, fuimos a los basureros, no tienen idea, hasta que estás ahí, Dios mío, iba tan asustada, nos recibieron unos hombres que estoy segura que si ven en la calle la mayoría temerían o dirían que son una bola de malandros, no saben que amables fueron, son personas que se visten como se visten no porque así quieran si no porque es lo único que tienen, yo creo que la clase no está en el perfume, ni en la ropa o la marca de éstas, la verdadera clase está en tus actitudes incluyendo tus valores, y ellos la tenían, avanzamos buscando casas, pero llegamos a donde había un grupito de hombres, en un segundo eramos 3 mujeres solas en medio de 20 hombres borrachos, y rodeando el coche, agradecí no haber llevado un bolso, por que siento que nos hubieran atacado por uno, y oculté mis viejos botines debajo del asiento, observaban todo, se veía el hambre en sus ojos, había niños, comencé a rezar, y mi tía les dijo que no teníamos nada que eramos de un grupo y que solo queríamos contar cuantos eran para saber cuantas cosas traer; se convencieron, y pudimos irnos. Le dijes a mis dos compañeras que ya no quería que regresáramos con ellos, pero aún teníamos 20 bolsas, y encontramos casas hechas con viejos anuncios de cartón o de campañas políticas, también microbuces, esos microbuces son su vida, a veces uno se queja mucho de como manejan, de como meten a tanta gente, del estado en que se encuentran, inclusive hay personas que rayan los asientos, pegan chicles, etc, un microbus a veces es lo único que tienen para sobrevivir, es muy fácil enojarnos, es muy fácil burlarte de ellos, pero tal vez si estuvieramos en sus zapatos podríamos comprender un poco más, somos tan inmensamente afortunados, no tienes una idea, ¿crees que ellos tengan la oportunidad de sentarse a una computadora a la hora que desean?, ¿crees que tengan el lujo de perder un lápiz?, ¿de rayar a lo tonto las hojas de los cuadernos?, ¿de poder asistir a una Universidad?, ¿de comprar vino para Navidad?, para ellos es doblemente difícil, y es doblemente admirable ver aquellos que en esas condiciones conservan la fe, le echan ganas y no pierden la capacidad de sonreír. Se acabaron las despensas gracias a Dios, y siento que les dí muy poquito en comparación de lo que ellos pudieron darme, me dieron una mayor conciencia, y quedé aterrada de una realidad que ignoraba, si, de seguro haz escuchado, sí de seguro haz visto películas, pero es hasta que los tienes enfrente cuando te pega y ésta Navidad aprendí a valorar más lo que tengo enfrente. Agradezco de todo corazón a esas dos valientes que me hicieron aquella invitación esa mañana. Cuando era niña, creía que ellas eran muy grandes, pero ahora que me convierto en adulta me doy cuenta que son enormes.
Ya se que me estoy alargando pero trataré de resumir lo segundo que quiero platicar en una lista de las mejores cosas que me sucedieron éste año el orden no es tan importante, lo acomodo como me voy acordando:
1. Poder ser coordinadora del retiro del M.JV.C. fue difícil pero Dios siempre estuvo presente (gracias Fer)
2. Conocerlos (Vianeyt, Lore, Isily, Fanny, Anto, Fabián, Viry, Brenda, Luis y todos los J3, Pepe García, los Jornada 4, el grupo de contemporáneo de la casa del arte, los del grupo de abuelitos, Aldrete y el Padre Carlos)
3. El mejor miércoles del año por el concierto de los Claxons y por haberlos abrazado (incluidas mis cómplices Dulcinea y Mara Joed)
4. Haber viajado a algunas de las ciudades más hermosas de México, Guanajuato, San Miguel, y sus pequeños pueblos vecinos,¡ y haber ido a la callejoneada! (sin lugar a dudas México es rico en cultura, historias, y esno deja de ser tan único)
5. Me enamoré y tuve un novio
6. Una hora Santa donde colocaron al Santísimo en mi cabeza y la gente de la iglesia pedía por mí (temblé tanto)
7. Pasé dos semestres más.
8. Aprendí como hacer un plan de alimentación.
9. Pudimos hacer el Primer Congreso de nutrición.
10. Entré a Danza Contemporánea y participé dos cosas muy bonitas "Depressio" y "El Nacimiento de una Estrella"
11. Conservé a mis mejores amigos
12. Me regalaron a mis dos perritas (Laila y Winter)
13. Disfruté con mi familia
14. El 24 de diciembre
15. Las noches en los retiros y la fogata con los mis hermosotes
16. Las fiestas
17. Las friegas
18. Las risa en clase
19. Haber sobrevivido
20. Haber hecho este blog y leer el blog de Nacho Llantada y el libro " No se trata de ser perfectas"
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